Mark Wolynn nos abre la puerta a sanar las heridas y traumas que se van heredando de generación en generación. Así pues, todo aquello que se oculta o se omite en una familia suele salir reflejado en el devenir de las siguientes generaciones. Nos ofrece fórmulas para visibilizar aquello que está suponiendo un obstáculo en la vida actual de una familia, para poderlo verbalizar y devolverlo a los ancestros. Nos anima a trabajar con un genograma que entiendo es muy útil para preparar las sesiones previas de mediación. A mi entender, podemos trabajar con el genograma y después hacer ejercicios personalizados con los miembros de la familia, pudiendo hacer simulaciones cuando no se puede o no es conveniente tener relación con algún o algunos miembros de la familia. Me parece muy interesante que en el grupo de ancestros Mark Wolynn invita a incluir no sólo a los miembros de la familia sino también a las personas que hicieron daño a algún miembro familiar y a las personas que fueron dañadas por un miembro de la familia.